3.2 La importancia de la familia en la educación de sus hijos
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“LA IMPORTANCIA DE LA FAMILIA EN LA EDUCACIÓN DE SUS HIJOS”
Los retos actuales en nuestra sociedad postmoderna marcan cambios significativos en cada una de nuestras estructuras sociales “reproductivas”. Si hablamos de la familia podremos decir que esta es el núcleo fundamental; que en la época moderna estaba conformada por padre, madre e hijos, una estructura que estaba encargada de inculcar valores, actitudes y que nos moldeaba en gran medida a paradigmas específicos.
La familia es el grupo social primario, constituido ya sea por ambos padres o uno de ellos y los hijos, o por familiares o cuidadores que conviven en una misma vivienda. Asimismo, la familia constituye el ambiente más próximo e importante para los niños y jóvenes; provee a las nuevas generaciones atención, alimentación y cuidado, y representa el espacio donde se adquieren los primeros valores, pautas de relaciones, afectos, aprendizajes y experiencias, en ella se inicia la formación de los individuos formando algunas de las primeras cualidades de personalidad brindando los conocimientos que representan la base y condición para la asimilación del resto de aprendizajes y de relaciones sociales. Por tanto, la familia cumple una función educativa fundamental, ya que desde muy temprano influye en el desarrollo social, físico, intelectual y moral de los niños (Chavarría, 2011): es la primera escuela del ser humano, y los padres o cuidadores son los primeros educadores de las nuevas generaciones (Villarroel y Sánchez, 2002).
Pero en esta postmodernidad el tipo de Estructura ha cambiado; los valores se han perdido, el acompañamiento por parte de los padres hacia sus hijos e hijas ha desaparecido, y cada vez es más frecuente observar en nuestra sociedad familias desintegradas, que de acuerdo a Castro (1998) en este tipo de familias se encuentra ausente uno de los padres… lamentablemente este tipo de familia aumenta considerablemente por el numero de divorcios y separaciones, y como la responsabilidad recae en una sola persona (padre o madre) quien se debe encargar de sus hijos ocasiona que la mayoría de los que se desarrollan bajo esta modalidad presenten problemas en el rendimiento escolar y en su desempeño general de la escuela, incluso puede observarse en ellos demasiada agresividad o extrema timidez, lo que les hace ser inadaptados en el grupo en que se desenvuelven.
Y si recordamos que los padres y la escuela deben marchar juntos en la educación de los estudiantes y que son las familias quienes menos tiempo colaboran en esta educación, entonces afirmaré que la responsabilidad educativa de los padres va mucho más allá pues son un componente educativo en el que están inmersos sus hijos y parte vital de los resultados y aprovechamiento obtenidos por sus hijos. No basta simplemente cumplir en mandar a la escuela a nuestros hijos, pues eso cualquiera lo hace se trata de colaborar, de ayudar y beneficiar en un proceso educativo que beneficiara en primera instancia a nuestros hijos, pero un proyecto a futuro que traerá una mejor sociedad, de esta manera el presente escrito tendrá sentido centrándose en dos premisas importantes; ¿Es importante la participación de los padres en la educación? ¿De qué manera participan actualmente los padres en la educación de sus hijos? Delimitando la importancia y contenidos del tema y con lo cual tratare de darle sentido a La Importancia de la Familia en la Educación de sus Hijos.
¿ES IMPORTANTE LA PARTICIPACIÓN DE LOS PADRES EN LA EDUCACIÓN?
Cuando los padres mandan a la escuela a sus hijos, lo ultimo que piensan es en acudir a esta institución para participar en algún tipo de actividad, si bien van con la idea de que la única ocasión en la que deberán acudir será en la entrega de calificaciones (firma de boletas) una vez cada bimestre, no conciben su aportación como algo de vital importancia para el desarrollo de sus hijos, por lo cual se le asigna solamente a los profesores la tarea de educar, pues ese es su trabajo, y claro, cuando los resultados no se dan los únicos culpables somos nosotros “los maestros”.
Si bien es cierto y de acuerdo a Cinningham (1994: ) “Los padres son los tutores legales de sus hijos y, como tales, son responsables de ellos en ultima instancia”, dentro de la escuela la responsabilidad es de nosotros como profesores apoyando a que nuestros alumnos adquieran aprendizajes, valores, habilidades y competencias que les permitan desarrollarse libremente, de una manera eficaz permitiéndose vivir con calidad, pero la tarea no es fácil, un docente no puede actuar más allá de la escuela, es obligación de los tutores y de la sociedad reforzar lo que se ve y aprenden dentro de la institución escolar, siendo necesario que el vinculo desarrollado entre maestros y padres de familia sea una relación estrecha, basada en la confianza y la cooperación (Cinningham, 1994), de esta manera no solo con estar presente el interés de los padres por colaborar en el desarrollo educativo de sus hijos se llegará a obtener mejores resultados, sino que debe haber cierto vinculo de empatía y compromiso entre autoridades educativas y padres que permita el trabajo en conjunto, delimitar aspectos y recuperar contenidos, actitudes, valores y vivencias que se obtengan tanto en casa como dentro de la escuela, con lo cual, llegaremos a más y mayores aprendizajes que repercutirán favorablemente en la vida del chico.
La realidad es que es importante obtener la colaboración y apoyo de los padres pues ayudará a que sea más fácil lograr los aprendizajes esperados en los alumnos y obtener mejores resultados educativos que nos permita crecer en conjunto y desarrollar significativamente para nuestro mismo fin: hijos/alumnos. Las investigaciones demuestran que el esfuerzo educativo conjunto de la escuela y del hogar, mediante la participación de los padres en la educación, influye de manera positiva en los resultados escolares de los alumnos, por lo que la política educativa debe promover medidas que fomenten dicha colaboración (OCDE, 2001; Bloom, 2011), ocasionando que cuando los padres de familia se involucren en la participación conjunta a la institución escolar será posible tener mayores alcances y posibilidades de que los estudiantes alcancen y desarrollen un mayor número de competencias para la vida.
De igual manera la influencia mutua entre los distintos niveles y contextos de convivencia es fundamental para la comprensión compartida sobre el desarrollo, aprendizaje, objetivos y el funcionamiento de la escuela, si observamos el Modelo ecológico de Bronfenbrenner nos podremos percatar de dicha importancia.
Modelo ecológico de Bronfenbrenner[1]
Resaltando que la mayor influencia y eje central del desarrollo de nuestros alumnos es la familia, y dicho de otro modo, todo lo que se aprenda, vea o se haga dentro de la familia será reflejado fuera de ella, por ejemplo: en la escuela.
De esta manera la importancia de que los padres de familia se incorporen y comprometan en la educación de sus hijos sale a relucir en el desarrollo académico de cada uno de nuestros estudiantes, en las metas o aspiraciones que se planteen y por supuesto en su desarrollo social, afectivo y psicológico que muestren a lo largo de su proceso de aprendizaje, respecto a ello y de acuerdo a la UNESCO (2004) “son los padres de familia quienes deben generar expectativas claras respecto a sus hijos, apoyar con éxito su progreso en los estudios, lo cual implica que les transmitan su ánimo y aspiraciones personales con influencia en sus logros de aprendizaje” pues mientras más involucrados estén los padres en la educación de su hijo nuestro alumno mostrará mayor compromiso, más características positivas que nos permitirán incorporar nuevas posibilidades de aprendizaje hacia una calidad académica más reflejada.
¿DE QUÉ MANERA PARTICIPAN ACTUALMENTE LOS PADRES EN LA EDUCACIÓN DE SUS HIJOS?
La participación en un sentido amplio se entiende como un proceso de incorporación de personas y grupos que se tomarán en cuenta, en las decisiones y acciones que les afectan a ellos o a su entorno, si lo adentramos hacia el sistema educativo, la participación implica la colaboración activa según los distintos modelos y grados de planeación, gestión, desarrollo y evaluación del proceso educativo de todos los elementos personales que intervienen en este proceso (Diccionario de Ciencias de la Educación, 1983: 1092), inclusive, la idea de participación aparece dentro del concepto originario de escuela como comunidad educativa integrada por profesores, alumnos, padres de alumnos y miembros del entorno implicados en un proceso de perfeccionamiento humano (Parra, 2004: 1) ¿Pero este interés de los padres hacia las actividades escolares es real? ¿Se involucra a los padres a participar? ¿Cuál es la realidad?
Si nos disponemos a discernir sobre el tema podremos encontrar que al inscribir a tu hijo a una institución el se hace acreedor a cierto número de derechos, pero también de obligaciones. El interés de los padres en las decisiones y acciones que involucra el sistema educativo constituye un derecho y un deber, en la medida en que se establece que padres y madres son los primeros educadores de sus hijos, siendo la escuela colaboradora en esta función esencial de la familia, por ello la escuela se convierte en una institución más que ayudará a formación integral de cada persona, mas no en el organismo único que debe elaborar un producto con cierto tipo de competencias.
Podríamos percatarnos dentro de la escuela sobre la participación de los padres de familia con una simple acción: con el hecho de estar al pendiente e informados como su responsabilidad acerca de los aprendizajes y actividades que sus hijos desempeñan dentro de la escuela, pero la realidad es que muy pocos lo hacen, como Parra lo refiere (2004) “La participación de los padres y de la comunidad circundante en el proceso educativo de los niños constituye una de las asignaturas pendientes de nuestro actual sistema educativo”, no hay acciones que permitan la incorporación de manera continua y estable a los padres de nuestros alumnos, y si los hay es la dinámica diaria de los padres lo que a mi juicio impide su incorporación, y es que el tiempo en el que vivimos nos ha desvinculado de la naturaleza del alma, una postmodernidad en la que se busca la mejor calidad de vida a través y sobre todo económica no importa de qué manera, y claro se deja a un lado lo más importante, la familia.
Actualmente no es suficiente que los padres de familia o tutores participen sólo con apoyos que beneficien el inmueble del centro educativo, hoy se requiere que su participación en la escuela y en las aulas sea más corresponsable con los maestros para asegurar que los procesos de aprendizaje de sus hijos y los resultados que estos obtienen, sean altamente satisfactorios, de esta manera nos haríamos la siguiente pregunta ¿Cómo fomentar la participación de la comunidad al desarrollo de una calidad institucional?
Si bien nuestra mirada es un poco utópica deberíamos incorporar una nueva gestión escolar incorporando tanto en la escuela como en el aula a los padres y tutores como figuras clave, que asuman un papel más protagónico en el apoyo y seguimiento a la formación integral de sus hijos, de manera responsable y en colaboración con los responsables directos de esta formación, es decir los maestros y directivos escolares. Asimismo, es fundamental que el colectivo escolar apoye la participación de los padres y tutores, para que juntos generen las alianzas necesarias a fin de apoyar la formación y el logro educativo de todos los estudiantes, que muestren la apertura necesaria para que estos actores se involucren, corresponsabilicen y participen en la toma de decisiones para favorecer el ambiente escolar y áulico donde se desarrollan sus hijos, con lo cual la incorporación de personajes como ellos permita una búsqueda con mayor congruencia y aportación de dos sistemas sociales clave para el desarrollo de aprendizajes y la adquisición de una mejor calidad de vida.
CONCLUSIONES
De esta manera y a través del presente trabajo realizado, podemos concluir que la participación de los padres hacia el sistema educativo es vital en el logro de objetivos y alcance de propósitos educativos, pues no es solo responsabilidad de los maestros ni mucho menos de la escuela, sino, es corresponsabilidad de ambas partes, Familia y Escuela trabajando en conjunto hacia un mismo objetivo, la calidad en los aprendizajes y la adquisición de una mejor calidad de vida.
La familia es sin duda alguna el principal sistema en que primeramente proporciona socialización, educación y ciertas conductas hacia nuestros alumno, con lo cual, todo aspecto que dentro de la familia se lleve a cabo será reflejado en sociedad, principal ejemplo de ello; la falta de valores que muestran los chicos y lo demuestran en la escuela secundaria, de esta manera la escuela no puede ir más allá, pues no basta con enseñar contenidos, sino que dichos contenidos deben ser reforzados de manera significativa en su vida cotidiana, por lo cual la vida diaria y los aprendizajes deben ser coherentes, pues de otra manera pasaran desapercibidos y sin ser significativos para nuestros alumnos.
La incorporación de actividades y mecanismos que le permitan a la familia y comunidad en generar participar dentro del proceso educativo de nuestros alumnos resulta bastante importante, pues a través de esta apertura que tengamos como institución serán los beneficios e impacto que tendrá el hecho de incorporar este tipo de participación, viéndose reflejado en la calidad de los procesos en que se desenvuelven los alumnos de la institución.
Se debe desarrollar cierto vínculo de empatía y compromiso entre autoridades educativas y padres de familia, lo cual permitirá el alcanzar un buen trabajo en conjunto desarrollando así mecanismos que permitan el trabajo colaborativo entre sociedad y escuela siendo de esta manera más fácil el logro de aprendizajes y la aplicación de ellos a la vida cotidiana.
BIBLIOGRAFÍA
ü Aguilar, M. C. (2002). La educación familiar como actividades de los padres en: Educación Familiar. Una propuesta disciplinar y curricular. Málaga: Ajibe, pp. 37-91
ü Bloom, E. (2011). “¿Cómo impacta la participación de padres de familia en la gestión escolar?” En Memoria del Coloquio: La participación de los padres de familia en la educación. México: Conafe.
ü Corsi, J. (1997). Una mirada abarcativa sobre el problema de la violencia familiar, en: Violencia Familiar. Una mirada interdisciplinaria sobre un grave problema social. Buenos Aires: Paidós. Pp. 15-63
ü Cunningham. C. Davis, H. (1994). Trabajar con las madres, marcos de colaboración. México: Siglo XXI. Pp, 1-26
ü Diagonal / Santillana, (1983) Diccionario de Ciencias de la Educación. México. Diagonal / Santillana
ü OCDE (2002). “La definición y selección de competencias claves”. París: Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional. En línea: https://www.oecd.org/edu/statistics/deseco
ü PARRA, O. José (2004). La participación de los padres y de la sociedad circundante en las instituciones educativas. España. Universidad Complutense de Madrid
ü UNESCO-OREALC (2004). Participación de las familias en la educación infantil latinoamericana. Santiago de Chile.
[1] Recuperado de PARRA, O. José (2004). La participación de los padres y de la sociedad circundante en las instituciones educativas. España. Universidad Complutense de Madrid